Last Saturday, our Spanish professor asked the class to write a short story about the man whose image appears on the photo below. The photo is called Un Viejo Feliz (roughly translated to A Happy Old Man) although in my opinion he does not look particularly happy. What made me happy while writing the story was the soothing music that was playing in the background. 🙂
I immediately thought of writing something that features Juan Mata, my go-to guy in my Spanish classes. Since I just posted La Verdadera Historia de Blancanieves y Los Siete Enanitos, I decided to write a fairy tale because traditional fairy tales always have a happy ending, and I know their beginning and final phrases in Spanish. 🙂 But I am a telenovela fan, so deep down I wanted to write something dramatic to satisfy the Cherie Gil in me. With a few minutes left before the end of the class, I was able to string these sentences together. Yes, my handwriting sucks, and I need arrows because I change my mind a lot.
The professor gave us a week to finish the story. Here is my finished piece with her corrections.
I ended up writing my own interpretation of Francisco Baltazar’s Para kay Celia. According to the life story of Francisco, he was madly in love with Celia, but Celia’s parents wanted her to marry a powerful guy named Mariano. In order to stop whatever untoward incident that might happen between Francisco and Celia, the former was imprisoned due to the influence of Mariano. While he was in jail, he wrote his immortal masterpiece called Florante at Laura. The first part contains the poem Para kay Celia (For Celia), which is one of the most romantic Filipino poems I have read.
Un Viejo Feliz
Érase una vez, en un pueblo muy lejano, un hombre que se llamaba Francisco.
Francisco trabajaba sin parar durante muchos años con la intención de comprarse una casa sencilla cerca de la playa. La casa estaba situada directamente en la isla donde su primer amor vivía.
Se llamaba Celia, era la mujer más bella en las islas. Celia tenía la vida digna de una reina pero sus padres fueron estrictos. Querían que Celia se casara con alguien que pudiera cuidar de ella y sobre todo darle una vida lujosa. A pesar de su estado en la vida y en contra de los deseos de sus padres, Celia estaba enamorada de él también. Los padres desconocían que Francisco y Celia estaban saliendo en secreto.
Cuando trabajaba siempre pensaba en ella como su inspiración, como su norte verdadero. Cada vez que ganaba su salario lo ahorraba inmediatamente. El día llegó cuando Francisco tuvo la oportunidad de comprar la casa de sus sueños, pero desafortunadamente, recibió una noticia mala. Celia estaba a punto de casarse con otro hombre que se llamaba Rodrigo. Francisco tomó el dinero que había ahorrado para comprar la casa, se fue hasta el muelle y compró el barco más grande que había pero el barco llegó tarde. En un abrir y cerrar de ojos, Juan saltó al agua con el objeto de nadar a la isla donde Celia enfrentaba el peor día de su vida—sin Francisco a su lado. Francisco removió cielo y tierra para sobrevivir en el agua durante muchas horas, en lo más frío del invierno, para ver a Celia, quizás en el último día como una doncella.
Celia y Rodrigo estuvieron frente del altar, casi se habían casado, cuando Francisco llegó a la iglesia. El cura dijo, “que hable ahora o calle para siempre.” Desde las puertas de la iglesia, Francisco grito, “¡no! Estoy enamorada de Celia. Además, está embarazada de mi hijo.”
Se escuchó un gran murmullo en la iglesia. Todo el mundo miró a Francisco que corrió hacía Celia mientras Celia corrió a los brazos de Francisco. Se abrazaron en medio de la iglesia, la gente se levantó y aplaudió. La madre de Celia lloró porque creía que era la escena más romántica que había visto en su vida. El padre de Celia pidió perdón a Rodrigo.
Francisco y Celia corrieron a su nuevo barco que llegó diez minutos más tarde. Después de siete meses, Celia dio la luz a su primer hijo y lo llamó Jericho. Francisco era un hombre feliz—consiguió a la mujer que quería, tenía un barco grande y tenía un niño muy hermoso que llegó a ser un gran actor en el cine filipino.
Al final todos fueron felices y comieron perdices.